EL SACROMONTE O SACRAMONTE
El Sacromonte (o Sacramonte, como también lo llaman los del lugar [cita requerida]) es un barrio de la ciudad de Granada, en España, situado en la zona oriental de la capital granadina. Es una de las seis barriadas que conforman el distrito del Albaicín. El Sacromonte linda con los barrios de Albaicín, San Pedro, Realejo-San Matías, El Fargue y Haza Grande.
Se encuentra en el valle de Valparaíso y frente a la Alhambra, lugares emblemáticos de Granada, que se hallan situados en cada una de las orillas del río Darro, cuyo nombre parece derivar de la expresión "D'auro" («de oro») por sus famosos yacimientos sedimentarios de este metal precioso. Es un hermoso paraje compuesto por bosque mediterráneo y de ribera.
El Sacromonte es un pintoresco e idílico lugar, a las afueras del núcleo urbano de Granada. Su primer nombre fue valle de Valparaíso. En el siglo XVI se produjo el hallazgo de una serie de reliquias y textos, que junto a la aparición de los libros plúmbeos en el monte de Valparaíso hizo que se constituyera la Abadía del Sacromonte. Actualmente en la Abadía se conservan los famosos Libros Plúmbeos, después de que fueran devueltos por la Santa Sede.
El Sacromonte es el tradicional arrabal de los gitanos granadinos. Hablan en caló. Oriundos de la India, llegaron a España en el siglo XV, tras deambular por Europa y África. Fueron retratados con gran maestría por el poeta Federico García Lorca en su libro 'Romancero Gitano'.
EL ALBAICÍN O ALBAYZÍN
El Albaycín es una de las señas mayúsculas de la identidad granadina. El barrio está recostado sobre una altiva loma frente a la colina roja de la Alhambra. Sus calles son sinuosas, estrechas y huidizas; sus plazas luminosas, recogidas e íntimas; los palacios, casonas e iglesias rebosan de historia y arte.
En el Albaycín abundan los cármenes, que son casas con jardín, típicamente granadinas y los torreones mudéjares. Los miradores de San Nicolás y San Cristóbal ofrecen magníficas vistas de Granada y la Alhambra. Aún se conservan restos de mezquitas, alminares, aljibes hispano-musulmanes y sobretodo un regusto muy andalusí y un sabor a vida cotidiana, bulliciosa y alegre.
Y las plazas de Porras, del Cristo de las Azucenas y de San Miguel Bajo transportan al visitante través de la nostalgia de una época, ya muy lejana en el tiempo.
PARQUE FEDERICO GARCÍA LORCA
Entre
las calles Arabial, Virgen Blanca y el Camino de Purchil, el Parque
Federico García Lorca, con cuatro entradas y 71.500 m2, se despliega
alrededor de la Huerta de San Vicente, en los terrenos que antiguamente
pertenecían a la familia García Lorca.
Zonas para juegos infantiles, terraza al aire libre, kiosco-bar, aseos públicos y pabellón de mantenimiento. Dispone, además, de papeleras, bancos, fuentes de agua potable, iluminación y acceso para minusválildos. |
El
parque está constituido por diversos paseos, entre los que destacan dos
avenidas: el Paseo de la Alameda, que se extiende paralelo al río y
desemboca en el estanque, y el Paseo de los Tilos, desde la entrada
principal hasta las zonas de servicios. Delimitados por estos paseos y
caminos se ubican los restantes sectores que configuran el parque: los
jardines neoplasticistas, las acequias, la fuente cibernética, el bosque
de ribera, la rosaleda y las huertas.
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Abierto todos los días del año.
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La Capilla Real se encuentra entre la Catedral de Granada, el saliente de la antigua Lonja, y la iglesia del Sagrario, en pleno centro histórico de la ciudad.
Es de estilo gótico tardío o isabelino y fue construida por orden de los Reyes Católicos en 1504 para convertirse en lugar de enterramiento de sus cuerpos.

La Reina Isabel dio gran prioridad al proyecto y lo dotó de los fondos necesarios, dejando incluso escrito en su testamento cómo debía acabarse.
Los monarcas murieron antes de que se acabara y, mientras tanto, sus cuerpos reposaron en el Convento de San Francisco de la Alhambra, hoy Parador Nacional de Turismo.
El Emperador Carlos V respetó en todo los deseos de sus abuelos y se encargó posteriormente, en 1521, de trasladar sus cuerpos a la capilla recién terminada.
De hecho, Carlos V enterró en la Capilla Real de Granada a casi todos los miembros de la familia real que murieron entonces: sus padres, Felipe el Hermoso y Juana la Loca, su propia esposa Isabel, sus hijos y la princesa María de Portugal, esposa del príncipe Felipe. Convirtiéndola así en el Panteón de la familia real.
Sin embargo, Felipe II posteriormente se llevó a casi todos a su recién construído Escorial y sólo dejó en Granada a los Reyes Católicos, a la pareja formada por Felipe y Juana, y al Infante Miguel de Paz, nieto de los Reyes Católicos, que descansa aquí junto a sus abuelos y tíos.
El monumento funerario de los Reyes Católicos es obra del italiano Domenico Fancelli, quien lo construyó en Génova con mármol de Carrara, mientras que el de Juana la Loca y Felipe el Hermoso es obra de Bartolomé Ordóñez.
También destaca la verja que los encierra, obra del maestro Bartolomé de Jaén.
La Capilla Real es uno de los monumentos que hacen a la ciudad de Granada sentirse orgullosa. Más de cinco siglos de historia de la ciudad se encierran en ella.
En su interior se pueden encontrar importantísimas obras de escultura, pintura y orfebrería.
La verdadera entrada principal de la Capilla Real de Granada, dedicada a los Santos Juanes, quedó en el interior de la CatedrLa Capilla Real se encuentra entre la Catedral de Granada, el saliente de la antigua Lonja, y la iglesia del Sagrario, en pleno centro histórico de la ciudad.
Es de estilo gótico tardío o isabelino y fue construida por orden de los Reyes Católicos en 1504 para convertirse en lugar de enterramiento de sus cuerpos.
La Reina Isabel dio gran prioridad al proyecto y lo dotó de los fondos necesarios, dejando incluso escrito en su testamento cómo debía acabarse.
Los monarcas murieron antes de que se acabara y, mientras tanto, sus cuerpos reposaron en el Convento de San Francisco de la Alhambra, hoy Parador Nacional de Turismo.
El Emperador Carlos V respetó en todo los deseos de sus abuelos y se encargó posteriormente, en 1521, de trasladar sus cuerpos a la capilla recién terminada.
De hecho, Carlos V enterró en la Capilla Real de Granada a casi todos los miembros de la familia real que murieron entonces: sus padres, Felipe el Hermoso y Juana la Loca, su propia esposa Isabel, sus hijos y la princesa María de Portugal, esposa del príncipe Felipe. Convirtiéndola así en el Panteón de la familia real.
Sin embargo, Felipe II posteriormente se llevó a casi todos a su recién construído Escorial y sólo dejó en Granada a los Reyes Católicos, a la pareja formada por Felipe y Juana, y al Infante Miguel de Paz, nieto de los Reyes Católicos, que descansa aquí junto a sus abuelos y tíos.
El monumento funerario de los Reyes Católicos es obra del italiano Domenico Fancelli, quien lo construyó en Génova con mármol de Carrara, mientras que el de Juana la Loca y Felipe el Hermoso es obra de Bartolomé Ordóñez.
También destaca la verja que los encierra, obra del maestro Bartolomé de Jaén.
La Capilla Real es uno de los monumentos que hacen a la ciudad de Granada sentirse orgullosa. Más de cinco siglos de historia de la ciudad se encierran en ella.
En su interior se pueden encontrar importantísimas obras de escultura, pintura y orfebrería.
La verdadera entrada principal de la Capilla Real de Granada, dedicada a los Santos Juanes, quedó en el interior de la Catedral cuando ésta fue terminada.
La pequeña portada de la calle Oficios es de estilo plateresco, construída en 1527 por Juan García de Pradas. Aunque actualmente se entra por la Lonja, donde se inician las visitas (en la misma calle Oficios, pero en un conjunto de cuatro arcos que hay haciendo esquina con esta segunda entrada).
El Tesoro de la Capilla Real
Se encuentra en la Sacristía y contiene una espléndida colección de tablas flamencas e italianas,
entre las que destacan el famoso tríptico de la Pasión, obra de Dierick Bouts, que pertenecieron a la
Reina Isabel la Católica y que, por sus dimensiones y cualidades, es la obra más importante de Granada.
La orfebrería cuenta con la cruz del altar, el cáliz, la corona y el cetro de la Reina Isabel, también merecen destacarse por su valor, la espada del Rey Fernando y diversos pendones.
La pequeña portada de la calle Oficios es de estilo plateresco, construída en 1527 por Juan García de Pradas. Aunque actualmente se entra por la Lonja, donde se inician las visitas (en la misma calle Oficios, pero en un conjunto de cuatro arcos que hay haciendo esquina con esta segunda entrada).
El Tesoro de la Capilla Real
Se encuentra en la Sacristía y contiene una espléndida colección de tablas flamencas e italianas,
entre las que destacan el famoso tríptico de la Pasión, obra de Dierick Bouts, que pertenecieron a la
Reina Isabel la Católica y que, por sus dimensiones y cualidades, es la obra más importante de Granada.
La orfebrería cuenta con la cruz del altar, el cáliz, la corona y el cetro de la Reina Isabel, también merecen destacarse por su valor, la espada del Rey Fernando y diversos pendones.
LA CATEDRAL
La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada es un templo católico de la ciudad española de Granada, sede de la archidiócesis de la ciudad. El templo es una de las obras cumbres del Renacimiento español.
Historia
Durante el renacimiento, el Reino de Granada, al igual que Galicia, conformó un centro artístico independiente del estilo predominante en el resto de la península, el herrerianismo.
Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería.
El primer proyecto fue encomendado en 1506 a Enrique Egas que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de 1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien, en 1529, se encargó de las obras, que se concluirán en 1563, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
Con la llegada de la política centralista de Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano en 1664, en la que se introdujeron elementos barrocos.
La magnificencia del proyecto hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos. El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.
En 1706 Francisco de Hurtado Izquierdo y posteriormente su colaborador José Bada construyeron el actual sagrario de la catedral. En él, el autor rompió su tendencia rococó, respetando la sobriedad de líneas y la estructura clásica del resto del conjunto.
Lo pasamos genial. Llegamos muy cansados pero satisfechos con un viaje de primera categoría
La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada es un templo católico de la ciudad española de Granada, sede de la archidiócesis de la ciudad. El templo es una de las obras cumbres del Renacimiento español.
Historia
Nave central, capilla mayor y bóvedas de la catedral de Granada.
Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería.
El primer proyecto fue encomendado en 1506 a Enrique Egas que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de 1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien, en 1529, se encargó de las obras, que se concluirán en 1563, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
Con la llegada de la política centralista de Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano en 1664, en la que se introdujeron elementos barrocos.
La magnificencia del proyecto hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos. El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.
Interior de la catedral de Granada antes de que se suprimiera el coro. Fotografía de J. Laurent, ca. 1881.
Lo pasamos genial. Llegamos muy cansados pero satisfechos con un viaje de primera categoría
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